Juan Rubio Ortiz
Responsable de voz: Eusebio Rodríguez Padilla
Autor: Eusebio Rodríguez Padilla /José Antonio García Ramos
Datos personales y vicisitudes
Nace en Macael en 1891 en el seno de una familia pequeño burguesa[1]. Hijo legítimo de: Clemente Rubio Molina y de Serafina Ortiz Valdez. Abuelos Paternos: Joaquín Rubio Guerrero y de Patrocinio Molina Tapia. Abuelos Maternos: Juan Ortiz Pastor y Soledad Valdez Cruz. Casado con: Clementina Ortiz Molina hija de Antonio Ortiz Valdez, por tanto su prima hermana. Tuvo tres hijas: María, Serafina y Clementina. Viven a al día de hoy.
Después de sus estudios primarios, marcha a la capital. Hacia 1909 termina en Almería el bachiller en el Instituto General y Técnico, dando muestras de gran capacidad de síntesis, capacidad memorística y excelentes dotes para el dibujo, junto con una aceptable inteligencia social. Las notas escolares eran siempre altas obteniendo bastantes matrículas de honor. Influido por la corriente krausista del siglo XIX, Juan Rubio Ortiz tuvo una carrera cultural y científica profunda y a la vez artística. Sus elevados conocimientos estuvieron condicionados por los eventos políticos/sociales que compulsaron España todo el segundo lustro del siglo XX.
Estudia derecho, y se licencia por la universidad de Sevilla en 1916, consiguiendo ese mismo año hacer un curso de Derecho y otro de Medicina, cuestión que fue resaltada por la prensa provincial. Se especializa en Derecho Civil en la Facultad de Cádiz de la Universidad Hispalense.
En 1923 termina los estudios de medicina en la Universidad de Madrid e ingresa en el Instituto Rubio de Medicina, dicho instituto después se llamaría: Institución Jiménez Díaz y Clínica de la Concepción. En el centro citado, se especializó en Terapéutica Operatoria. También en Madrid, 1924 hizo otros cursos en la Casa de Maternidad de Tocología y Ginecología. Toda su estrategia fue diseñada para ser un gran médico generalista rural, atender a su pequeño negocio familiar y ser útil social y políticamente a su pueblo. Completó sus estudios obteniendo el título de Forense e Inspector Municipal de Sanidad.
Con objeto de atender su negocio de mármol, luchó por optar a plaza de titular médico cerca de casa, consiguiéndola en 1924 en los pueblos cercanos de Tahal, Chercos y Alcudia. Las plazas de facultativos de la medicina de Macael estaban ocupadas por los hermanos Carrillo, no obstante, el ayuntamiento de Macael, dado que los pueblos de Olula del Río y Macael eran los más importantes de esta parte de la Sierra de los Filabres y del río Almanzora, los cuales carecían de médico especialista, fue nombrado en 1926 Inspector de Sanidad y titular de Ginecología. Desde entonces y hasta agosto de 1936, ejerció en su pueblo su verdadera vocación “médico rural”, a la vez que la abogacía.
Por la abundancia de títulos a veces a ejercía trabajos de distinta índole jurídica y sanitaria. Como profesional en derecho, cuando estudiaba Medicina hacía de abogado de oficio en Madrid para costear sus estudios; fue asesor del Ayuntamiento presidido de su tío y suegro a la vez, Antonio Ortiz; Cirujano de Olula del Río y Macael; Juez Municipal de Macael; asesor familiar en el Juicio de las canteras, a la vez regentaba el negocio particular, lo que compaginaba con ser periodista del Diario Español. Cuando estuvo en las diversas cárceles de su cautiverio político, por deficiencias de este servicio en dichas instituciones, le rogaron que ejerciera su profesión en las mismas.
Juan Rubio por su formación, podíamos decir que representaba al Krausismo español. En el centro de su despacho figura una gran foto de Ramón y Cajal con una dedicación autógrafa que dice: «Se ha dicho muchas veces que el problema de España es un problema de Cultura, urge por tanto si queremos incorporarnos a los pueblos civilizadas, debemos cultivar nuestros yermos y nuestros cerebros…». Este lema le guió en el debate terrible que le tocó vivir durante la Guerra Civil, defendiendo siempre el progreso y el respeto a ley. La insurrección del General Franco contra la República, truncó las aspiraciones individuales y colectivas que se habían forjado poder realizar en su pueblo.
El desgaste interno que provenía de la política del PSOE de Madrid de acabar con la presencia en el gobierno de Izquierda Republicana, influyó para que a sus cuarenta y cuatro años, marchara al Frente de Jarama con el Batallón Pedro Galindo, que se había formado en Baza (Granada), en Octubre del 36; posteriormente a Fuente álamo (Murcia) desde fueron enviados al frente.
En el frente del Jarama en la 23 Brigada Mixta como teniente médico tuvo una labor profesional intensísima por ser la zona donde se desarrollaron los más duros combates del frente de guerra. Fue ascendido a Capitán Médico el 2 de octubre de 1937[2]. Posteriormente destinado como Jefe del Hospital de Sangre de Pozorrubio (Cuenca).
El final de la guerra marcaría el inicio de sufrimiento. El día anterior a la terminación de la guerra, conducido por amigos estuvo en Alicante donde un barco le conduciría a Méjico, lugar donde pudo haber llegado más lejos en su profesión de médico, por los conocimientos teóricos y prácticos acumulados en el hospital de Pozo Rubio. Su mujer, sus tres hijas pequeñas, su pueblo etc. Le hicieron desistir de su salvación particular y afrontó las consecuencias que se le avecinaban.
Desde Alicante se presentó una noche en Macael, donde fue visitado por unos pocos allegados que le aconsejaron que no pasara la noche en su casa, pues le estaban buscando; él, que se había trazado una estrategia de entrega, dijo que pasaría la noche en casa de una familia amiga y durmió en otra, para evitar confidencias hostiles. De madrugada se fue al cortijo de las canteras y allí fabricaron un zulo en la escombrera de una cantera la familia llamada Los Canteras, llamados así por regentar el cortijo de D. Clemente Molina. Juan Canteras tenía 12 años hacía de pastor y se convirtió en el enlace entre el zulo y los obreros que le llevaba comida y noticias.
«En la zona más antigua, una de las más conocidas es la casa de D. Juan Rubio Ortiz, construida en los años treinta en la calle Huertos. Fue diseñada por su propietario y se caracteriza por su construcción en piedra de sillería, ventanas de estilo gótico con arcos ojivales y frisos en puertas y ventanas.
Cabe destacar de su interior los cuadros pintados por su dueño, su amplio despacho, la biblioteca con 6.000 volúmenes y un retrato de D. Santiago Ramón y Cajal con dedicatoria y firma, fechado en 1922.»
1935: Tensiones entre los médicos titulares y el practicante en Macael
Era alcalde republicano de la villa de Macael en 1936. Después de la Guerra civil, fue acusado ante los tribunales de Justicia y condenado a seis penas de muerte. Se defendió a sí mismo aportando sus ideas a su abogado. Las penas de muerte le fueron conmutadas por solo seis años de prisión. Marginado por el régimen franquista a causa de sus ideas políticas, se dedicó a la industria del mármol, siendo hombre muy respetado y admirados de todos tras ser «expoliado, encarcelado y desterrado»(González Alcantud,1990). Escritor y periodista (fundó un periódico y fue corresponsal del Diario Español. Cronista de su majestad el Rey Alfonso XIII durante seis años en la correspondencia militar del Diario Español. Fue pintor. En su casa pueden verse dibujos, autorretratos, edificios, anatomía, paisajes…En el despacho de su casa hay un retrato de Don Santiago Ramón y Cajal con la siguiente dedicatoria:
«Se ha dicho hartas veces que el problema de España es un problema de cultura, urge, en efecto, si queremos incorporarnos a los problemas civilizados, cultivar intensamente las gernas(sic) de nuestra tierra y de nuestro cerebro, saludando para la prosperidad y en altecimientos patrios, todos los ríos que se pierden en el mar, y todos los talentos que se pierden en la ignorancia» Ramón y Cajal. Madrid, 1 de Mayo de 1922.
Formación académica
Después de sus estudios primarios, marcha a la capital. Hacia 1909 termina en Almería el bachiller en el Instituto General y Técnico, dando muestras de gran capacidad de síntesis, capacidad memorística y excelentes dotes para el dibujo, junto con una aceptable inteligencia social. Las notas escolares eran siempre altas obteniendo bastantes matrículas de honor. Influido por la corriente krausista del siglo XIX, D. Juan Rubio Ortiz tuvo una carrera cultural y científica profunda y a la vez artística. Sus elevados conocimientos estuvieron condicionados por los eventos políticos/sociales que compulsaron España todo el segundo lustro del siglo XX.
Estudia derecho, y se licencia por la universidad de Sevilla en 1916, consiguiendo ese mismo año hacer un curso de Derecho y otro de Medicina, cuestión que fue resaltada por la prensa provincial. Se especializa en Derecho Civil en la Facultad de Cádiz de la Universidad Hispalense.
En 1923 termina los estudios de medicina en la Universidad de Madrid e ingresa en el Instituto Rubio de Medicina, dicho instituto después se llamaría: Institución Jiménez Díaz y Clínica de la Concepción. En el centro citado, se especializó en Terapéutica Operatoria. También en Madrid, 1924 hizo otros cursos en la Casa de Maternidad de Tocología y Ginecología.
Puestos y cargos desempeñados
Inspector de Sanidad y titular de Ginecología
Alcalde de Macael
Actuación política
Durante la guerra civil, en el municipio de Macael el representante municipal con mayúsculas fue su alcalde Don Juan Rubio Ortiz, que protagonizó la política municipal durante su periodo de mandato, poniendo énfasis en la preservación de la vida de sus conciudadanos.
El entorno familiar de D. Juan se situaba dentro de una pequeña burguesía local progresista. Dominaron la política de Macael durante la segunda mitad del siglo XIX y las dos décadas siguientes del siglo XX. Fueron alcaldes y algunas veces jueces sus tíos: Eduardo Ortiz Valdez, Antonio Ortiz Valdez, Antonio Rubio Molina, Francisco Rubio Molina, su abuelo Juan Ortiz Pastor y su tío abuelo: Clemente Molina Tapia. Toda su familia participó en la política local desde mediados del siglo XVIII.
Sin dudar ni un instante, al recibir noticias de la rebelión militar, D. Juan Rubio se planteó el controlar el orden en el pueblo y poder ayudar al gobierno a impedir la posible insurgencia de los militares de la capital. Puso a la cabeza del Comité Revolucionario del Frente Popular a un herrero de UGT y de Izquierda Republicana de su entera confianza: Juan Pedro Miras Trinidad. Inmediatamente creó una milicia, cuyos primeros 21 miembros se dedicaron a la vigilancia del pueblo y alrededores. D. Juan, marchó a la defensa de Almería, al frente de dicha milicia formada por militantes comunistas y de Izquierda Republicana para impedir que triunfaran los rebeldes.
Los primeros meses de guerra, la violencia en las retaguardias fue descomunal, terrible e inhumana. Su presencia en la alcaldía fue providencial. Impidió que se linchara a nadie de la derecha. Siempre procuró que se respetara la legalidad republicana; amparó al párroco D. Blas, cargando en el camión de Antonio “el de Martín” sus enseres. El dueño del camión citado pensando que había que atravesar Fines, pidió protección y marchó custodiado por la dirección del comité de milicias de Macael, lo trasladaron a los Pardos donde casi todos eran familiares de dicho sacerdote.
Su fama de hombre justo se extendió por la comarca, y las personas de derechas en peligro le pidieron en algunas ocasiones, amparo. Esta actitud de defensa del orden republicano, chocaba con las ideas de fabricar la revolución a la vez que la guerra de algunos socialistas que a través del Comité Local Revolucionario le fueron acosando y acusando de proteger a la burguesía.
Causas de la represión y/o exilio
Acusación y procesamiento
Viendo que la situación para la familia que lo protegía se hacía insostenible, decidió presentarse al teniente militar jefe del destacamento de Purchena y fue detenido el 13 de abril de 1939 e ingresado en la prisión del partido de Purchena[3], en la prisión número 2 denominada Cuartel y de donde fue trasladado al campo de concentración de Tíjola (Almería). El 6 de septiembre de 1939 le fue iniciada la causa 30.450/39. Estuvo recluido en la prisión provincial de Madrid, donde ingresaría procedente del Ingenio de Almería el 15 de marzo de 1942.
Durante su estancia en la prisión de Purchena coincide con una epidemia de gripe con otras complicaciones en el pueblo y siendo requerido por el alcalde y los militares, enseguida estuvo dispuesto a colaborar por ser fiel a su juramento Hipocrático. Acompañado de un soldado de escolta y vigilancia visitaba a todos los enfermos del pueblo. Su labor fue reconocida por todas las autoridades de la ciudad apoyando su causa con los avales personales siguientes: Francisco Linero Gracia, Sargento de Infantería y Jefe de la prisión de Purchena, certificó que había prestado sus servicios en dicho centro penitenciario a todos los reclusos, observando, tanto en el desempeño de sus funciones como el comportamiento personal, una conducta intachable. Fechado el aval el día 12 de Noviembre 1939[4].
D. Manuel Torres Benavente, oficial del cuerpo de prisiones y Jefe de la del partido de Purchena, avalo que desde el día 12 de Noviembre en que se hizo cargo de esta jefatura, que D. Juan Rubio había prestado asistencia facultativa como médico de esta prisión, habiendo observado en el desempeño de su cargo una conducta intachable[5].
D. José Rodríguez Lizana, Teniente de Artillería y Comandante Militar de esta plaza de Purchena hacía constar en su aval que había prestado asistencia ininterrumpida a las fuerzas del Ejército destacadas en esta Plaza, a los reclusos y a la población civil, por carecer de médico titular, observando buena conducta y diligencia en su servicio. Está firmada en 14 de marzo de 1940[6].
D. José Acosta Casquet, abogado y Juez de primera instancia e instrucción accidental del Partido de Purchena con autorización del Juzgado Militar de La Plaza, autorizó a que ayudara a este Juzgado de instrucción, desde de mayo de 1939 a prestar asistencia a varios lesionados y practicado autopsias. Lo confirmó con su certificado de fecha 24 de Junio de 1940[7].
Una vez trasladado a Almería para ser juzgado, como abogado que era, se dedicó a elaborar la estrategia de su defensa. Lo primero que afrontó fue el coleccionar y presentar en su descargo todos los avales de aquellas personas que había favorecido en el desempeño de sus funciones de alcalde y capitán del ejército.
Así fue citando hasta veinticuatro personas de todo el territorio español con preguntas contundentes a los favores que había realizado, con un coste judicial grande para su realización, esto unido a la presión hacia el tribunal de personas de derechas de conocido prestigio, terminó el tribunal por admitir los avales y los certificados de reconocimiento de su excepcional talante.
Cuando el tribunal tuvo sobre la mesa avales tan contundentes, trascendió a Macael el que pronto saldría en libertad, lo que provocó la reacción de un grupo de falangistas que ni habían hecho la guerra, los que volvieron a denunciarlo, esta vez, acusándole de todo lo sucedido y por suceder.
Ejecución de la sentencia
Finalmente en sentencia dictada en Almería el 26 de febrero de 1940 fue condenado a 20 años de reclusión, por auxilio a la rebelión y por imputársele haber pertenecido a la masonería, también fueron cargos contra el mismo el haber sido alcalde, presidente local de Izquierda Republicana, presidente del Frente Popular y capitán médico en el ejército popular republicano. Detenido el 13 de abril de 1939 cumplió la condena impuesta en la prisión provincial de Madrid y prisión central de Burgos. Finalmente fue indultado el 24 de abril de 1948.
Por el Tribunal de Responsabilidades Políticas se le inicia proceso judicial donde se le bloquea su fábrica, sus tierras y su casa, hasta la resolución del proceso, que terminaría sobreseyéndose.
Fuentes de archivo
- Archivo Militar de Almería
- Archivo Militar de Granada
- Archivo Provincial de Almería
Publicaciones sobre el autor
Ramos Sánchez, Ramón y Rodríguez Padilla, Eusebio (2010): República, Guerra Civil y represión franquista en Macael (1931-47). Arráez Editores. Mojácar.
http://garciaramosmedicosalmerienses.blogspot.com.es/2009/11/rubio-ortiz-juan-1892-1983.html
González Alcantud, J-A. (1990.pp.11.97, 99 y 101. González Alcantud, J. A.(1990): Canteros y caciques en la lucha por el mármol. Macael. Etnología e historia oral. I.E.A. Almeria. En esta obra se ofrecen datos biográficos importantes sobre la actuación política de Juan Rubio Ortiz, médico y abogado que fue alcalde de Macael durante la República y la Guerra por partidos de Izquierda. Condenado a seis penas de muerte, se defiende él mismo, y sale condenado a cadena perpetua. Tras salir de la cárcel tras el indulto general, nunca más ejerce la Medicina.
Iconografía
Publicaciones personales
[1] Registro municipal de Macael, folio 59, tomo 14, sección 1ª, Archivo Militar.
[2] Diario Oficial del Ministerio de Defensa Nacional nº 238, tomo IV, página 17.
[3] Causa. 31.979/39.
[4] Sumaria 31.564/39.
[5] Ibid.
[6] Ibid.
[7] Ibid.
*¿Por qué el apartado publicaciones personales está incompleto?
Los investigadores de las diferentes universidades andaluzas y expertos en memoria histórica que han trabajado en la elaboración de este proyecto se han encontrado en su búsqueda de científicos represaliados, exiliados o fallecidos en la guerra civil con un enemigo en apariencia invencible: el olvido.
En ese sentido, la labor de averiguación científica que emprendieron a veces resultó frustrada. La destrucción de archivos, de obras personales y de cualquier rastro documental de muchas de las personas mencionadas en Generaciones de Plata fue por desgracia habitual. Unas veces la desintegración fue causada por la catástrofe de la contienda y muchas otras por un intento deliberado de aniquilación no sólo física sino también intelectual. Ésta es la razón principal de que esta reseña está incompleta.
Si dispones de información para completar estos apartados, te invitamos a colaborar con nosotros https://generacionesdeplata.fundaciondescubre.es/colabora/