
Rafael Muñoz Ocaña
Responsable de voz: Eusebio Rodríguez Padilla
Autor: Eusebio Rodríguez Padilla
Datos personales y vicisitudes
36 años en 1939, hijo de Gregorio Muñoz Calderón y Encarnación Ocaña Sánchez, casado Laura García, sin hijos, farmacéutico, natural y vecino de Almería, en la calle García Alix, 7. Farmacéutico titular de Viator (Almería) desde 1934.
El 30 de agosto de 1936, por orden del presidente de la Diputación provincial de Almería es enviado a Ugíjar (Granada) para hacerse cargo de la farmacia del Hospital Militar que se estaba montando en aquella localidad, donde se presentó el 1 de septiembre del año citado, poniéndose a las órdenes del capitán médico Eusebio Navacerrada. En este destino iba a permanecer por espacio de dos meses, pasando después a la localidad de Cádiar (Granada), con igual misión que en el anterior destino. A Cádiar llegó en diciembre de 1936 y permanecería hasta el mes de mayo de 1937, en cuya fecha era ya alférez de Sanidad Militar con la antigüedad de 1 de septiembre de 1936. De este pueblo regresó a Almería, al Hospital Militar, como farmacéutico, ascendiendo con fecha agosto de 1937 a teniente, y 10 de septiembre de 1937 el de capitán, continuando en el mismo destino hasta primeros de septiembre de 1938, fecha en que fue destinado a la Clínica de Cirugía, establecida en la finca El Canario, distante de Almería como unos cuatro kilómetros, como jefe de la farmacia. En diciembre de 1938 fue reclamado en el Cuadro Eventual del Ejército de Andalucía en Baza (Granada), donde iba a permanecer hasta el 4 de marzo de 1939, cuando ya todo se veía perdido, regresando a su casa en Almería a esperar la terminación de las operaciones militares. A la finalización de la guerra fue internado en el Campo de Concentración de Viator en 3 de mayo de 1939, desde donde fue trasladado al Campo de Concentración de Rota (Cádiz).
Formación académica
Licenciado en farmacia
Actuación política
Afiliado a Izquierda Republicana desde octubre de 1935.
Causas de la represión y/o exilio
Acusación y procesamiento
“Antes del Movimiento era de izquierdas, afiliado a Izquierda Republicana y luego al Partido Socialista, siendo propagandista. En febrero de 1936 se comentó en su domicilio, con gran entusiasmo por lo rojos, el triunfo de los mismos, incitándoles entonces contra el médico y el farmacéutico a quienes había atacado anteriormente por ser de derechas. Durante el Movimiento fue asesor del comité de Viator, instando a la comisión de desmanes”.
Se le inicia proceso judicial, el 28.400/39, el 22 de julio de 1939 por el alférez Luis Ramón Sancho, juez militar de Sorbas (Almería), quien dictó Auto de Procesamiento en Sorbas el 8 de julio de 1940. En sentencia dictada en Almería el 12 de noviembre de 1941 fue condenado a 12 años y un día, lo que fue aprobado por la autoridad militar de Granada el 10 de enero de 1942.
Ejecución de la sentencia
Detenido el 3 de mayo de 1939, cumplió condena en la prisión provincial de Sevilla y de ésta enviado a la prisión provincial de Almería, donde ingresa el 23 de junio de 1940 y pasa a la situación de libertad provisional el 17 de abril de 1941. Detenido nuevamente el 24 de abril de 1942, reingresa en la prisión provincial de Almería y finalmente se le concede la libertad condicional con destierro el 9 de abril de 1943, estableciendo su residencia en Sevilla.
Fuentes de archivo
- Archivo Militar de Almería
- Archivo Militar de Granada
- Archivo Provincial de Almería
Puestos y cargos desempeñados
Publicaciones personales
Publicaciones sobre el autor
Iconografía
*¿Por qué los apartados formación académica, puestos y cargos desempeñados, publicaciones personales, publicaciones sobre el autor e iconografía están incompletos?
Los investigadores de las diferentes universidades andaluzas y expertos en memoria histórica que han trabajado en la elaboración de este proyecto se han encontrado en su búsqueda de científicos represaliados, exiliados o fallecidos en la guerra civil con un enemigo en apariencia invencible: el olvido.
En ese sentido, la labor de averiguación científica que emprendieron a veces resultó frustrada. La destrucción de archivos, de obras personales y de cualquier rastro documental de muchas de las personas mencionadas en Generaciones de Plata fue por desgracia habitual. Unas veces la desintegración fue causada por la catástrofe de la contienda y muchas otras por un intento deliberado de aniquilación no sólo física sino también intelectual. Ésta es la razón principal de que esta reseña está incompleta.
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