
Antonio Herrera Padilla
Responsable de voz: Eusebio Rodríguez Padilla
Autor: Eusebio Rodríguez Padilla
Datos personales y vicisitudes
28 años en 1939, hijo de Antonio y Ana, soltero, médico de la Casa de Socorro, natural y vecino de Almería, en la calle Alcalde Muñoz, 4. Ingresa en la administración local el 26 de julio de 1935 como médico de la Casa de Socorro con sueldo de 4.000 pesetas. Al comenzar la sublevación, abandonó su trabajo en la Casa de Socorro y siguió su labor en su domicilio hasta que acuciado por la necesidad económica solicita el ingreso en Sanidad Militar, haciéndolo como teniente médico provisional. En mayo de 1937 aceptó el cargo de médico antisárnico y en abril de 1938 fue destinado al Hospital Militar de Almería, donde ascendió a capitán, continuando prestando servicio en el hospital hasta la finalización de la guerra y aún continuó unos días hasta el 10 de abril en que fue cesado de su trabajo y sometido a proceso judicial.
Formación académica
Licenciado en Medicina
Activismo político
Afiliado al Sindicato de Empleados Municipales, afecto a la UGT desde octubre de 1936.
Causas de la represión y/o exilio
“Antes del Movimiento no pertenecía a ningún partido, afiliándose a la UGT, sindicato de Empleados Municipales en octubre de 1936 (…) solicitó ingresar en Sanidad Militar, ingresando como teniente médico”.
No llegó a dictarse Auto de Procesamiento porque este proceso, el 19.084/39, fue sobreseído por resolución dada en Almería el 17 de marzo de 1940.
Fuentes de archivo
- Archivo Militar de Granada
- Archivo Provincial de Almería
- Archivo Militar de Almería
Puestos y cargos desempeñados
Publicaciones personales
Publicaciones sobre el autor
Iconografía
*¿Por qué los apartados formación académica, puestos y cargos desempeñados, publicaciones personales, publicaciones sobre el autor e iconografía están incompletos?
Los investigadores de las diferentes universidades andaluzas y expertos en memoria histórica que han trabajado en la elaboración de este proyecto se han encontrado en su búsqueda de científicos represaliados, exiliados o fallecidos en la guerra civil con un enemigo en apariencia invencible: el olvido.
En ese sentido, la labor de averiguación científica que emprendieron a veces resultó frustrada. La destrucción de archivos, de obras personales y de cualquier rastro documental de muchas de las personas mencionadas en Generaciones de Plata fue por desgracia habitual. Unas veces la desintegración fue causada por la catástrofe de la contienda y muchas otras por un intento deliberado de aniquilación no sólo física sino también intelectual. Ésta es la razón principal de que esta reseña está incompleta.
Si dispones de información para completar estos apartados, te invitamos a colaborar con nosotros https://generacionesdeplata.fundaciondescubre.es/colabora/