
Laureano Vázquez Vázquez
Responsable de voz: Juan Hidalgo
Autor: Juan Hidalgo
Datos personales y vicisitudes
Laureano Vázquez Vázquez, nacido en 1897, en Rubite, hijo de Antonio y Clotilde, de profesión médico, casado con Clotilde Vázquez de Vázquez, con tres hijos en ese momento (1939), domiciliado en el mismo Rubite, con su actividad profesional en Castell del Ferro, todas son poblaciones de la provincia de Granada. Llegó a ser capitán de sanidad de la 55 Brigada, de la 55 División.
En una certificación de Francisco Ángulo Montes de 13 de abril de 1939, ante el juez de guardia, el alférez de Infantería José García Vanderwelle, comparecía el alférez de la Guardia Civil Antonio Maldonado Rodríguez, denunciando la muerte de sus dos hermanos, Manuel y Emilio. Hacía constar que Emilio Herrera, se encontraba detenido en esta capital, en el Parque de Automovilismo de la 32 División, en unión de otro sujeto llamado Laureano Vázquez Vázquez, que ha sido médico en Castell del Ferro e inductor de la muerte de su hermano D. Emilio por reconocimientos políticos.
El alférez Francisco Morales Soubiron le abre la sumaria principal a Laureano Vázquez, el 17 de abril de 1939, la 19.247 de 1939, comenzando con otra dirigida por el juez Francisco Rodríguez-Castillo de la Borbolla, la 17.562 de 1939, el 8 de mayo de 1939.
Para su entrega a las fuerzas nacionales, y como se encontraban el Hospital de la Brigada en Diezma, el jefe de esa unidad les ordenó que se concentraran en el Molinillo para marchar a Granada a entregarse. Fue encarcelado en la Plaza de Toros el 4 de abril de 1939.
En una de sus muchas declaraciones nos aporta, que una vez iniciada la rebelión de parte del Ejército español, él se encontraba en Castell del Ferro, dedicado a su profesión de médico. Actuó en el Comité de Abastos de la citada población. En el mes de octubre de 1936 se incorporó voluntario al Ejército leal a la República.
Entre las denuncias destacamos la presentada por el hijo de Emilio Maldonado Rodríguez, Emilio Maldonado Abarca, muerto en extrañas circunstancias. También se producían las denuncias del alcalde de Castell, Francisco Prieto y del jefe local de Falange Luis Rivera Cobos.
Un testigo de descargo fue José Cassinello Núñez, abogado, que vivía en c/ San Juan de Dios nº 51, y que coincidía con él veraneando en Calahonda, decía de nuestro médico que su conducta era buena, era jefe marxista de Castell del Ferro, y que visitaba a sus enfermos.
Formación académica
Licenciado en Medicina.
Activismo político
Efectivamente, fue jefe local del Partido Comunista, fundador y presidente del Comité Revolucionario, voluntario en el ejército, estuvo en el frente de Vélez Benaudalla, llegó a obtener la graduación de capitán de Sanidad.
Su primera declaración se produce el 26 de mayo de 1939, en Granada.
Antes del 18 de julio de 1936 pertenecía al partido Troskista, después al partido Comunista, y a su vez al Comité de Abastos de Castell. Intentó gestionar la libertad de Miguel González, fusilado en Motril, posiblemente única víctima de Castell por parte republicana. En el tiempo que permaneció en este pueblo ayudó a varias personas de la persecución extremista, entre ellos a Juan Fiestas y su hija, que era el jefe de la Biblioteca Universitaria sita en Gran Vía nº 1, a la evasión de Rogelio Martínez Cañabate, director del Banco Español de Crédito, gestionó en Motril la libertad del farmacéutico Juan Yanguas del Castillo, mantuvo escondido al médico de Gualchos Agustín Puertas Oliveros, y un vecino de Castell Juan Vicente Carrión, a Miguel del Pino Aparicio le facilitó un barco para trasladarse a Almería. Consiguió que no se llevasen al farmacéutico de Granada Claudio Burgos, que estaba enfermo, hizo desaparecer la denuncia contra los vecinos de Calahonda Manuel Castro Victoria, José Cárdenas González y Marina Cortés de la Torre.
En otro momento declaró que desconocía el fusilamiento del teniente Emilio Maldonado Rodríguez, y según su hijo, Emilio Maldonado Abad, fue Laureano Vázquez quién certificó la muerte de su padre.
Causas de la represión y/o exilio
Acusación y procesamiento
Llegamos a descubrir que el 31 de mayo de 1939 estaba en la cárcel de La Campana de Granada.
Un general médico de la Armada, Nicolás Rubio-Argüelles, que estaba jubilado y residente en c/ Los Madrazos nº en Madrid, acreditaba la actuación de Laureano, además declaró que pusieron a muchas personas en libertad gracias a su intervención.
El exalcalde de Motril, Narciso González Cervera expuso que el encausado en la presente sumaria no tuvo influencia en la muerte de los dos hermanos, Manuel y Emilio Maldonado. Por su parte otro médico, Antonio Maurandi Caro, que residía en Badalona, declaraba que Laureano defendió a todos de los marxistas.
Aparece otro certificado ratificando la prisión del inculpado, de fecha 20 de diciembre de 1940.
Resumen de alguna de sus declaraciones:
-Era falso que fuera dirigente del partido Comunista de Castell del Ferro.
-Era falso que alentara a los obreros.
-Es “una tontería que formara una institución llamada sin Dios”.
-Con el exalcalde González Cervera sólo les unía la relación médico a enfermo.
-Era falso que hiciese denuncias, asaltos, saqueos y asesinatos.
-No denunció al teniente de carabineros Emilio Maldonado Rodríguez, ni a Miguel González Morales.
Informe de Falange del 15 de mayo de 1941:
«Este señor como amigo no tuvo en cuenta ninguna las ideas políticas y como profesional jamás se valió de su profesión y preponderancia que los médicos tienen en los pueblos pequeños por su influencia política y profesional. Al parecer pudo evitar que en Castell del Ferro no se cometieran varios crímenes en las personas afectas al Glorioso Movimiento Nacional«.
El 3 de julio de 1941 el juez Manuel Cruz Salas certificaba la denuncia de Florentina Y María González Gutiérrez:
«A Laureano Vázquez Vázquez médico de Castell del Ferro y cabecilla comunista, que capitaneaba un grupo cuando perseguía a mi padre armados con escopetas, tercerolas y otras armas, llegaron al cortijo de mi tía Consuelo donde se encontraba mi padre oculto, le acompañaban José Melero Lorenzo, Antonio Díaz Muñoz (a) Gallina, Jesús Segura Melero (a) Pincho, Juan Rubias Belmonte (a) Turrano, Miguel Puertas Lorenzo (a) Carbonerillo, José Díaz, José Soler (hijo de Juan Burras, Antonio Heras González, y otros forasteros…Laureano cargó fuera mi padre asesinado, la esposa Clotilde Vázquez, provista de una pistola…animaba a las masas y decía que buscara a mi padre para asesinarlo«.
El 20 de septiembre de 1941 continuaba en prisión. Declaraba el encartado que cuando fusilaron a Francisco Zara de Vasco y Pedro Zara de Muñoz Cobo, en el cementerio, el 30 de octubre de 1936, él no estaba en Castell, prestaba en esos momentos servicios en el Hospital de Sangre de Vélez Benaudalla.
Fue puesto en libertad el 5 de agosto de 1941 por la presente causa, y detenido otra vez por la 5.607, tramitada por el juez Aguado Delgado, y también por la 17.562. Ya había pasado más de dos años en la cárcel. No existe más documentación sobre su sentencia y otros que nos arrojarían luz sobre su condición carcelaria.
Su esposa Clotilde Vázquez de Vázquez se le ratificaba prisión el 16 de octubre de 1941, poniéndola en libertad el 25 del mismo mes, quedando residente en Rubite.
Puestos y cargos desempeñados
Publicaciones personales
Fuentes de archivo
Publicaciones sobre el autor
Iconografía
*¿Por qué los apartados formación académica, puestos y cargos desempeñados, publicaciones personales, fuentes de archivo, publicaciones sobre el autor e iconografía están incompletos?
Los investigadores de las diferentes universidades andaluzas y expertos en memoria histórica que han trabajado en la elaboración de este proyecto se han encontrado en su búsqueda de científicos represaliados, exiliados o fallecidos en la guerra civil con un enemigo en apariencia invencible: el olvido.
En ese sentido, la labor de averiguación científica que emprendieron a veces resultó frustrada. La destrucción de archivos, de obras personales y de cualquier rastro documental de muchas de las personas mencionadas en Generaciones de Plata fue por desgracia habitual. Unas veces la desintegración fue causada por la catástrofe de la contienda y muchas otras por un intento deliberado de aniquilación no sólo física sino también intelectual. Ésta es la razón principal de que esta reseña está incompleta.
Si dispones de información para completar estos apartados, te invitamos a colaborar con nosotros https://generacionesdeplata.fundaciondescubre.es/colabora/