Heliodoro Ramos Ramos
Responsable de voz: Encarnación Barranquero Texeira
Autor: Encarnación Barranquero Texeira
Datos personales y vicisitudes
Natural de Algarrobo (Málaga) en 1887, y vecino de Málaga en la Calle Tejón y Rodríguez, 31, principal. Hijo de Enrique y Fidela, hermano Enrique Ramos Ramos, Ministro éste de Trabajo, Sanidad y Previsión Social entre febrero y mayo de 1936 y de Hacienda a partir del 4 de septiembre de 1936, ya en Guerra. Heliodoro, médico, estaba casado y tenía, al menos, una hija llamada Alicia.
Como su primo Aurelio Ramos Acosta, sus convicciones democráticas y su preocupación social le llevaron a participar en el proceso desarrollado en el Colegio de Médicos de Málaga en enero de 1927 en el que se criticaba el carácter autocrático de la gestión de la directiva, que llevó a la dimisión de su presidente José Gálvez Ginachero, posibilitando la presentación de una candidatura democrática, a su Junta Directiva, encabezada por Luis Encina Candebat, en la que iba Heliodoro Ramos, que consiguió triunfar, a pesar de las obstrucciones de los sectores conservadores que se mantenían en la directiva interinamente. El advenimiento de la República le llevó a comprometerse, al igual que su hermano Enrique, con Acción Republicana y posteriormente en Izquierda Republicana, pero el centro de su actividad personal siempre fue su profesión puesto que era médico de la CAMPSA.
El golpe militar del 18 de julio le cogió en Málaga y colaboró desde el ejercicio de su profesión a la causa republicana, contribuyendo con su primo Aurelio Ramos a la organización de la atención sanitaria y hospitalaria de la Málaga en guerra, acuciada de atención a centenares de heridos de los frentes y de los incesante bombardeos que realizaba la aviación franquista sobre la población civil, que incluía a miles de refugiados que estaban hacinados en diferentes centros, diezmados por las enfermedades infecto-contagiosas. Así trabaja en el el Hospital Central de Evacuación Miramar, que organizaba su primo como director general de Hospitales. También colaboró enla Comisión de Defensa Antiaérea, junto a Aurelio Ramos, siendo Heliodoro el vicepresidente de la misma donde se encargaba de hacer pública las instrucciones que debía seguir la población malagueña en caso de producirse ataques aéreos con los llamados gases asfixiantes, para que pudieran reaccionar con tranquilidad y con el menor peligro.
Ante el desarrollo de la guerra y la intranquilidad que se vivía en Málaga con los bombardeos y la amenaza constante de las tropas franquistas, puso a su familia a salvo y en concreto su hija de 12 años se fue con su hermano Enrique a París, y a quién apenas unos días antes de la toma de Málaga le escribe una carta, que posteriormente serviría como una prueba más para la acusación del instructor de la causa contra él.
Tras la ocupación de Málaga el 8 de febrero de 1937 fue encarcelado en la Prisión Provincial, donde estuvo desempeñando su oficio en la enfermería, compartiendo cautiverio con su primo Aurelio Ramos, y atendiendo a los presos hacinados en la prisión hasta el día que entró en capilla para ser ejecutado.
El Consejo de Guerra Sumarísimo celebrado el 1 de mayo de 1937 lo condenó a muerte por el delito de rebelión militar con los agravantes de la perversidad de los delincuentes y trascendencia del delito. El día 8 le notifican la sentencia en la cárcel, que se negó a firmar. El día 9 por la mañana fue ejecutado, junto a su primo Aurelio Ramos Acosta, en las tapias del cementerio de San Rafael.
Formación académica
Licenciado en Medicina.
Puestos y cargos desempeñados
Contador de la Junta Directiva del Colegio de Médicos en 1927-1928. Presidente del Consejo Comarcal de Málaga de Acción Republicana (1934). Vice-presidente dela Comisión de Defensa Antiaérea de Málaga (1936-1937).
Activismo político
Su compromiso político le vino de la mano de la de su hermano Enrique, quien fue diputado del Frente Popular y Ministro de Trabajo y Previsión al vencer éste y posteriormente de Hacienda, y era afiliado a Acción Republicana, carnet nº 4553, sin que tengamos noticias de una mayor implicación directa en el activismo político durante el bienio social-republicano.
El desastre del conjunto del republicanismo progresista, en las elecciones de noviembre de 1933, que en Málaga en la segunda vuelta hizo posible una novedosa alianza política: el Frente Único Antifascista, que aglutinaba a republicanos, socialistas y comunistas, en la que su primo Aurelio Ramos Acosta obtuvo el acta de diputado a Cortes, hace que Heliodoro se implicara más en la acción política directa y así podemos verlo participar enla Asamblea Provincialde Acción Republicana, de 16 enero de 1934, donde fue nombrado un nuevo Consejo Comarcal que presidía Heliodoro. En esa misma asamblea, evidenciando la crisis en la que se hallaba inmerso el republicanismo tras el desastre electoral de noviembre-diciembre de 1933, se desautorizó a los grupos locales de Archidona, Alameda, Archez, Alfarnate, Benalmádena, El Burgo, Periana y Villanueva del Trabuco.
Esta situación de crisis del republicanismo aumentó las diferencias entre los diferentes grupos republicanos. En marzo de 1934, algunas asambleas de diferentes agrupaciones radical-socialistas procedieron a disolverse mientras que otras discutían la deriva de sus direcciones para que, tan solo un mes después, el 2 de abril, Acción Republicana, una buena parte de los Radical-Socialistas seguidores de Marcelino Domingo y la ORGA, en una asamblea constituyeran Izquierda Republicana.
Heliodoro y su hermano Enrique, al contrario de su primo que abandonó la militancia política, apoyaron el proceso de convergencia del republicanismo de izquierdas en IR y lo vieron triunfar con el Frente Popular, asumiendo sus compañeros de partido los cargos de máxima responsabilidad de la ciudad y la provincia. Fue cuando su hermano fue designado Ministro de Trabajo y Previsión.
El 18 de julio le sorprendió en Málaga y si bien es cierto que dedicó sus máximos esfuerzos a la labor médica, también es de destacar que su conocida amistad con el Gobernador civil Fernández Vega, que su hermano fuera Ministro y su primo un alto cargo de la política sanitaria en la Málaga, le aportaron cierta influencia entre estas autoridades. Así es recogida en la causa que se le instruyó un telegrama de 29 de julio de 1936 que iba dirigido al Ministro de Hacienda que dice: “Cambiadas impresiones Gobierno civil es urgentísimo envío armamento y aeroplanos pedidos. Tu hermano. Helio”. También al tener este espacio de influencias fue objeto numerosas peticiones de otros colegas y conocidos que le solicitaban ayuda y protección, y que Heliodoro atendía asiduamente. Este hecho, por el contrario, lejos de servirle para salvarle la vida aumentó los cargos en su consejo de guerra.
Causas de la represión
Su parentesco con el Ministro del Frente Popular y con el más alto cargo de la sanidad republicana de Málaga eran el objeto central de su acusación en la causa que se le instruyó en el Juzgado Militar nº 15 de Málaga. La denuncia partió de familiares de una víctima de marxismo, que era dueño de una fábrica de cristales y había sido Gobernador civil en Baleares y abogado de Juan March. Se dio el caso de que su esposa era familia del propio Heliodoro, que creyendo que la intervención de este ante el Gobernador para supuestamente salvarle significó en realidad una denuncia de donde se encontraba escondido y, por tanto, de su asesinato. A esta denuncia concreta le añadieron su condición de hermano del Ministro y por ello de tener influencia en el Gobernador civil, incluso lo tacharon de consejero del Gobernador civil y representante de Azaña en Málaga, siendo, por tanto, responsable de “cuanto menos cómplice, confabulado o conformista con los asesinatos cometidos en esta capital, contrario a Dios y ala Iglesia”. Una carta dirigida a su hija Alicia de 12 años, que estaba en París le añadió el delito de injurias al Generalísimo por la frase siguiente: “…Estoy bien y fuerte y con gran ánimo para cooperar en esta lucha que la acabaremos venciendo al indecoroso Franco y sus satélites”.
Si bien Heliodoro rechazó todas las acusaciones que le hacían relativas a la muerte del referido industrial, negando que diera a conocer el lugar de refugio de éste, que era amigo suyo y de su primo Aurelio, que al contrario intentaron hacer gestiones para protegerlo y no les fue posible; desmintió también su capacidad de influencia en las autoridades republicanas del momento, en concreto en el Gobernador civil y en los comités, llegando a refutar la autoría del telegrama reclamando armas a su primo. Justificó la inclusión de la frase aludida en la carta a su hija Alicia, diciendo que era por si incluyendo esas frases más fuertes la censura le daba curso con mayor rapidez, pues entonces tardaban mucho las cartas en llegar a su destino.
En el transcurso de la instrucción de la causa declararon a su favor el ingeniero jefe de la CAMPSA y 54 empleados de esta empresa, Rafael Campos, cirujano del Hospital Civil y Presidente del Colegio Médico de Málaga, el Alcalde y el Jefe Local de FET-JONS, manifestando que lo consideraban persona de orden y dedicada en exclusiva a su profesión de médico. Nada, sin embargo, sirvió para evitar su ejecución.
Fuentes de archivo
- Causa 12 y 19/1937 del Juzgado Militar nº 15 (Málaga) en Caja 587. Archivo Territorial Militar nº 24 de Málaga.
Iconografía
Publicaciones personales
Publicaciones sobre el autor
* ¿Por qué los apartados publicaciones personales y publicaciones sobre el autor están incompletos?
Los investigadores de las diferentes universidades andaluzas y expertos en memoria histórica que han trabajado en la elaboración de este proyecto se han encontrado en su búsqueda de científicos represaliados, exiliados o fallecidos en la guerra civil con un enemigo en apariencia invencible: el olvido.
En ese sentido, la labor de averiguación científica que emprendieron a veces resultó frustrada. La destrucción de archivos, de obras personales y de cualquier rastro documental de muchas de las personas mencionadas en Generaciones de Plata fue por desgracia habitual. Unas veces la desintegración fue causada por la catástrofe de la contienda y muchas otras por un intento deliberado de aniquilación no sólo física sino también intelectual. Ésta es la razón principal de que esta reseña está incompleta.
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