Nacida en 1887 en Almería, casada en segundas nupcias y madre de cuatro hijos, Carmen Navarro Sánchez es practicante y matrona de la Beneficencia Provincial. Está afiliada al Partido Republicano Radical, a la Unión de Mujeres Antifascistas, al Sindicato de Funcionarios Provinciales y al de Matronas, afecto a la Unión General de Trabajadores (UGT), donde desempeña el cargo de presidenta.

Cuando se produce la sublevación militar, Carmen Navarro Sánchez se encuentra trabajando como practicante en el Hospital Provincial de Almería, donde ha comenzado su labor sanitaria en 1925. Apenas finalizada la Guerra Civil es detenida y se le inicia proceso judicial. Se le acusa de haber estado afiliada a partidos y sindicatos de izquierdas, además de haber intervenido en “el saqueo de varios conventos” y de haber formado parte “en manifestaciones, yendo a la cabeza de las mismas, así como en actos públicos de propaganda marxista.”

En sentencia dictada en Almería en mayo de 1940, es condenada a reclusión perpetua. En abril de 1944, pasa a la situación de libertad condicional, estableciendo su residencia en Laroles (Granada). Durante su condena redime pena por el trabajo como practicante y, a propuesta de la Comisión Central de Examen de Penas, le es conmutada la prisión impuesta por la de veinte años y un día de cárcel. El indulto le es concedido el 8 de febrero de 1946. Carmen Navarro Sánchez fallece en 1956 en la localidad de Ugíjar (Granada).