Nace en 1911 en Almería. Soltero y residente en la capital almeriense, ejerce de médico.

Una vez iniciada la Guerra Civil y con veinticinco años, López Hernández solicita prestar servicio en Ferrocarriles Andaluces como médico de control. En el mes de noviembre del primer año de guerra, es destinado, por el Gobierno Civil de Almería, a formar parte de la Junta de Gobierno del Colegio de Médicos.

En abril de 1937, obtiene el cargo de médico en la Prisión Provincial de Almería ‘El Ingenio’. Es llamado a filas y se incorpora en el Ejército Popular asimilado a teniente médico. Más adelante le destinan al frente de Levante como comandante de Sanidad de una Brigada Mixta.

Al finalizar la guerra, se le inicia proceso judicial, acusado de ser “médico de ideología izquierdista”, de haber sido “un verdadero revolucionario” y de haber colaborado en el periódico marxista Emancipación. En su apoyo y a favor, cuenta con varios avales, entre ellos falangistas, médicos, miembros de la Guardia Civil y del Servicio de Información.

En sentencia dictada en mayo de 1942 en Almería, es condenado a catorce años, ocho meses y un día, con propuesta de conmutación de la pena impuesta por la de seis meses y un día. López Hernández cumplirá condena en la Prisión Provincial de La Laguna (Islas Canarias).