Natural y vecino de Alcóntar (Almería), casado y sin hijos, Isidoro Ramos Pérez es técnico topógrafo. Afiliado a la Unión General de Trabajadores (UGT) desde mayo de 1936, su vinculación con la política le lleva a ocupar la alcaldía en el municipio de Alcóntar hasta finales de 1937. Durante la Guerra Civil ingresa en el Ejército Popular alcanzando el empleo de sargento de fortificaciones.

Cuando finaliza la guerra, se le inicia proceso judicial y se dicta Auto de Procesamiento en Serón (Almería) en noviembre de 1939. Se le acusa de haber estado “afiliado a la sindical UGT” y de haber sido ”un gran propagandista de sus ideas, contribuyendo con su voto a preparar el estado revolucionario”.

Isidoro Ramos Pérez es condenado a doce años y un día de reclusión. Cumple condena en la prisión provincial de Granada y en la 1ª Agrupación de Colonias Penitenciarias Militarizadas de Dos Hermanas (Sevilla). A Ramos Pérez se le concede el indulto en junio de 1940 con treinta y ocho años de edad.