Nacido en Ríotinto (Huelva) es ingeniero técnico de minas e ingresa en las Juventudes Socialistas en 1928, ocupando el cargo de secretario general durante seis años. En 1930, se afilia a la Agrupación Socialista y, cinco años más tarde, se traslada a Madrid para incorporarse a la Comisión Ejecutiva de la Federación Nacional de Juventudes Socialistas de España, desempeñando la secretaría internacional de la misma.

Al producirse el Golpe de Estado del 18 de julio de 1936, se encuentra en París camino de la Unión Soviética para asistir al Congreso de la Internacional de Juventudes Comunistas. A su regreso a Madrid, en diciembre de 1936, se incorpora a la dirección de las Juventudes Socialistas Unificadas. En marzo de 1937, pasa al frente ejerciendo como comisario político.

Cuando termina la guerra, Francisco López ocupa el cargo de comisario del Estado Mayor del Ejército de Extremadura y de secretario de la Federación Socialista de dicha región. Detenido en 1939 en el puerto de Alicante, pasa por varios campos de concentración en Valencia hasta que, en marzo de 1940, es trasladado a la prisión provincial de Huelva. El 9 de mayo es juzgado en consejo de guerra siendo condenado a la pena de muerte, que le es conmutada por la de treinta años de prisión.

En 1943, se fuga del campo de concentración de La Corchuela (Sevilla), pero es detenido en Portugal y devuelto a España. En 1946, es indultado y puesto en libertad. Dos años más tarde, se exilia en Francia y de allí a Bélgica donde reanuda su actividad política en el PSOE.

En 1978, regresa a España y, al año siguiente, se incorpora a la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE como secretario de emigración, puesto que desempeña hasta 1984. Es elegido diputado del PSOE por Sevilla en las elecciones generales de 1986 y 1989 y senador por la misma provincia en 1993. Fallece en Madrid el 7 de mayo de 2004.